ferriere
El “Valle delle Ferriere” toma su nombre de una antigua fábrica que extraía hierro del mineral en bruto importado de la isla de Elba y Puglia, y del que conserva algunos restos. Además, en la parte baja del valle se encuentran las ruinas de unas fábricas de papel que producían el famoso papel de Amalfi.
Situada en las montañas de Scala, la reserva se ha beneficiado de una posición geográfica singular, protegida gracias a las crestas rocosas de los vientos fríos del norte, principalmente abiertas a las corrientes cálidas-húmedas del sur y expuesta a los efectos de las fuertes lluvias distribuidas durante un período Durante tres meses, el valle ha mantenido inalterado su microclima a lo largo del tiempo y ha conservado intactas colonias de plantas de épocas muy lejanas.
Entre estas especies que se remontan al terciario (hace unos millones de años) destacan las termófilas y en particular el helecho gigante Woodwardia radicans, identificado por primera vez por el botánico P.A. Micheli en 1710, que sólo aquí y en muy pocas otras zonas de nuestro país tiene sus necesidades de humedad cubiertas.
Junto a la rara Woodwardia, otras esencias ahora inusuales en el paisaje natural europeo pueblan este rincón único de la costa de Amalfi: hay muchos ejemplos de la elegante Pteris Cretica y colonias de Pteris Vittata, también helechos termófilos con difusión pantropical, que sobreviven en el Valle de los cambios ambientales ocurridos con las glaciaciones, así como la cada vez más rara planta carnívora Pinguicola Hirtiflora, una graciosa planta carnívora, de flores rosadas, a la que le encanta alimentarse de pequeños insectos, y diversas especies típicas de zonas húmedas y submontanas, como “Erica Terminalis” y hermosas orquídeas con colores que ahora son vistosos, ahora suaves y delicados.
Nos encontramos en un hábitat ideal para numerosas especies animales, como la “Salamandra de anteojos”, un anfibio en miniatura inofensivo, de color rojo oscuro, con dos puntos claros en la cabeza que tienen la tarea de hacer su aparición más aterradora.
Con un poco de suerte, mirando a través de las curvas del arroyo Canneto, como ya informó WWF, es posible que incluso veas a la nutria con la intención de comer truchas.
Entre las diversas presencias se encuentran, nuevamente, insectos acuáticos como libélulas, efímeras y tricópteros, ranas saltarinas, aves y otros pequeños mamíferos que te acompañarán en este fascinante reino natural.
En definitiva, todo el ecosistema representa algo único, de inestimable valor científico y de insustituible encanto naturalista ”. Para detalles sobre la excursión en esta área haga clic aquí
